Desde subidas estrepitosas e injustificadas de salarios, denuncias de supuestas irregularidades en la realización de auditorías, enfrentamientos internos entre los altos cargos, hasta el sometimiento a la justicia de algunos de los miembros de su pleno.
En la Cámara de Cuentas “existe una maldición”. Esto es lo que cree su actual presidente, Janel Andrés Ramírez Sánchez, quien reconoció que desde hace mucho tiempo, la institución opera bajo un sistema de “ingobernabilidad”.
La credibilidad de este órgano, responsable de fiscalizar los fondos públicos del Estado dominicano, ha estado en tela de juicio en más de una ocasión durante los últimos 20 años.
La dependencia ha acaparado titulares en varias de sus gestiones administrativas con escándalos que van desde subidas estrepitosas y, a veces, injustificadas de salarios, denuncias de supuestas irregularidades en la realización de auditorías, enfrentamientos internos entre los altos cargos, hasta el sometimiento a la justicia de algunos de los miembros de su pleno.
Las declaraciones de su actual titular ponen otra vez bajo el escrutinio popular a la institución.
Ramírez manifestó sentirse como un “preso de confianza” desde su posición porque ha tenido que “hacer muchas veces lo que diga el pleno aunque esté en contra de la ley”.
Al ser entrevistado en el programa televisivo “El Día”, el funcionario denunció este martes que el pleno ha tomado decisiones sin su presencia, reconociendo que, en la actualidad, la Cámara está sumergida en un estado ingobernable.
Además del presidente, los otros cuatro miembros vigentes del pleno de la Cámara de Cuentas son Elsa María Catano Ramírez, Tomasina Tolentino de Mackenzie, Mario Arturo Fernández Burgos y Elsa Peña Peña.
GESTIÓN ANTERIOR
La administración anterior de la Cámara de Cuentas, presidida por Hugo Francisco Álvarez Pérez entre 2017 y 2021, también protagonizó otro escándalo.
En enero de 2021, la Procuraduría General de la República informó que sus fiscales detectaron “indicios que comprometen la responsabilidad penal de la Cámara de Cuentas en delitos de corrupción administrativa, por lo que decidió ampliar las investigaciones que por obstrucción de la justicia inició contra sus (en ese entonces) integrantes”.
Un mes después, Álvarez Pérez emitió contundentes declaraciones donde hablaba de presiones y quejas en el ejercicio de sus funciones. “Gracias a Dios por mi temperamento a mí no me dio un paro cardíaco” afirmó.
El extitular de la Cámara, quien ha sido interrogado en varias ocasiones por la Procuraduría Especializada en Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca), también reveló que en ese organismo hay presiones internas y externas, “de funcionarios, empresarios y hasta de amigos”.
“El gran problema de todas las Cámaras de Cuentas, inclusive de esta, de la anterior, de doña Licelot Marte de Barrios (fallecida), es el elemento político”, dijo el exservidor público.
En su periodo al frente de la CC, el pleno estaba conformado por Álvarez Pérez, Pedro Ortiz Hernández, Carlos Tejada, Félix Álvarez Rivera y Margarita Melenciano Corporán.
Según reseña Listín Diario en un reportaje publicado en octubre de 2020, titulado “Embates que ha sufrido la Cámara de Cuentas”, esta gestión también fue objeto de crítica por reportar millones de pesos en almuerzos, bebidas, cigarros de marcas, restaurantes, tarjetas de crédito y donaciones.
ESCÁNDALO EN 2007
En el año 2007, “la Cámara de Cuentos”, expresión acuñada de manera despectiva por la población por las constantes controversias de la institución, era presidida por Andrés Terrero.
Durante su gestión, Terrero se aumentó el sueldo y sus miembros pasaron de cobrar 300 mil pesos a cobrar más de RD$600,000 mensuales.
Aunque las críticas no tardaron en llegar, logrando dejar sin efecto la disposición en mayo de ese mismo año, esto no logró aplacar la avalancha que se le vendría encima a esa administración tiempo después.
JUICIO POLÍTICO Y RENUNCIAS
El pleno encabezado por Terrero fue sometido al escarmiento y a un juicio político en 2018, bajo acusaciones de “lucha de intereses en el manejo de las auditorías, distribución irregular de cargos en la institución, círculo de nepotismo y compras irregulares sin las licitaciones adecuadas”.
La gravedad de las acusaciones lo empujaron a él y a los otros titulares Henry Mejía, José A. Maceo, Juan Adalberto Lora Ruíz, Freddy Almonte Brito, Luis Yépez Súncar, José Altagracia Gregorio y Ulises de Beras de la Cruz a renunciar de sus puestos.
Exceptuando a y Alcides Decena Lugo, quien se negó a renunciar y fue destituido.
PROBLEMA COMÚN
El tema de la transparencia y la ejecución de las auditorías, así como la inoperancia de la institución han sido un factor común a cuestionar en las diversas gestiones administrativas de la Cámara de Cuentas.
En 2019, Participación Ciudadana (PC) denunció que solo realizó 356 auditorías en siete años (2012-2019), lo que se traduce a que solo un 13% de las instituciones del Estado de ese lapso de tiempo fueron auditadas.
Este martes, el actual presidente del organismo, Janel Ramírez, dijo durante una entrevista que ese es “el gran problema de la ´Cámara de Cuentas”.
“Basta con analizar su historia, (…) si analizamos los planes de auditoría de 2013 hasta 2022, cuando la Cámara decía que iba a hacer 100 auditorías, nunca ha logrado hacer siete auditorías anual”, respondió.
El servidor público dijo que la CC es un órgano meramente técnico que aplica la misma metodología desde hace años y que el personal relegado a esa área es el mismo de gestiones anteriores.
Sobre esto último añadió que se siente atado pues, en la Cámara, “para nombrar o desvincular se tiene que aprobar el pleno”.
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